¿Cómo saber si es niño o niña?  

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Cuando una mujer se queda embarazada es habitual que se pregunte por el sexo de la criatura.

Antaño más que ahora pues socialmente era algo más relevante saber si se iba a tener un macho o una hembra.

Aunque, de todas formas, es una curiosidad natural.

Normalmente hay que esperar a la primera ecografía y cruzar los dedos para que se vea claramente. Esto es posible, en todo caso, a partir de la semana 22 o poco más del embarazo.

Pero, en otros tiempos, las cosas no eran tan sencillas y únicamente restaba esperar al nacimiento para saber el sexo a ciencia cierta.

Por eso existían (y continúan aplicándose) infinidad de métodos caseros para determinar el sexo del bebé.

Para estos métodos no hay período mínimo de tiempo.

Métodos como los siguientes:

- Si al andar o subir escaleras la gestante echa primero el pie derecho, nacerá un niño. Si al contrario, niña.

- Se colocan bajo una silla unas tijeras abiertas y en otra silla un destornillador. Ambos objetos en una silla distinta y evitando que sean vistos por la gestante. A continuación se la invita a sentarse. Si elige la silla que oculta las tijeras, será niña. Si elige la silla del destornillador, será niño.

Otro método muy común es usar un anillo, generalmente la alianza matrimonial. Se cuelga de un hilo más o menos largo y se coloca sobre el vientre de la gestante. Se observa su movimiento. Si hace círculos, será niña. Si oscila de forma rectilinea, será niño. Esto es una aplicación popular de los métodos de los radiestesistas o zahoríes y requiere, desde luego, cierta convicción por parte de la persona que sostiene el péndulo para conseguir que se mueva.

En plan observación subjetiva: se trata de ver si el vientre de la madre es más o menos redondeado (lo que será indicio de que es niña) o adopta una forma más o menos puntiaguda (niño).

Existen también métodos numerológicos y/o astrológicos más complejos como la ya famosa Tabla China para predecir el sexo del bebé.

Puramente numerológicos como sumar la edad de la madre (en el momento de quedar embarazada) más el mes en que fue concebida la criatura (calcúlese que la concepción se produjo 12 días antes de la primera falta o unos 15 - 16 días tras la última menstruación), más el mes de nacimiento de la madre. Si el resultado es par será niña y si es impar será niño.

Más simple aún, el método numerológico atribuido a la sabiduría gitana: sumar la edad de la madre más el número de mes en que se quedó embarazada. Lo mismo que antes, resultado par es niña y si impar, es niño.

Está claro que en caso de embarazo múltiple con fetos de distintos sexos estos métodos resultarán del todo incongruentes.

Y, finalmente, las dudas se despejarán totalmente el día del nacimiento. Eso sí está claro.

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